La campaña regional "Asegurar los territorios indígenas para proteger la vida" pone en el centro de la atención la importancia de garantizar la seguridad jurídica de la tierra y los derechos al territorio de los pueblos indígenas.
Oseas Barbarán, líder indígena del pueblo shipibo konibo y presidente de la Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (CONAP), explica cómo las propias formas de gobernanza y de gestión del territorio de los pueblos indígenas contribuyen a fortalecer sus derechos territoriales y a asegurar el derecho a su libre determinación.
Los pueblos indígenas enfrentan diversas situaciones de vulneración de sus derechos fundamentales, como el derecho a la vida, salud y cultura, y a poder decidir sobre sus propias formas de desarrollo, entre otros.
“Hoy en día, nuestros territorios se encuentran bajo amenaza, a pesar de que en ellos desarrollamos actividades sociales, culturales, económicas y políticas que son esenciales para asegurar nuestra alimentación y generar ingresos económicos, así como para acceder a recursos naturales que nos proporcionan plantas medicinales o materiales de construcción. Además, estos territorios son la fuente de nuestra sabiduría ancestral. Por tanto, asegurar la preservación de los territorios de los pueblos indígenas reviste una importancia vital, ya que existe una estrecha relación entre la conservación de nuestros territorios y nuestra supervivencia”, manifiesta Oseas.
En la Amazonía peruana, el otorgamiento de concesiones en territorios de los pueblos indígenas es la principal amenaza. Según el dirigente indígena, estos pueblos no solo se enfrentan a actividades ilegales, sino también a actividades legales respaldadas por un gran poder económico que, en muchas ocasiones, subyuga a las comunidades indígenas. Además, debido al elevado nivel de corrupción en algunos sectores gubernamentales, numerosos indígenas han sido despojados de sus territorios, limitando su acceso y restringiendo el uso de sus recursos naturales.
Ante esta situación, la autonomía y las propias formas de gobernanza y de gestión del territorio de los pueblos indígenas desempeñan un papel fundamental en el fortalecimiento de sus derechos territoriales. Para Oseas, "la gobernanza indígena ha sido de vital importancia para hacer frente a todas estas amenazas. Como portavoces e interlocutoras legítimas, las organizaciones indígenas nos han permitido reivindicar nuestros derechos a nivel local, regional y nacional. Han sido la voz de los pueblos que no eran escuchados y, poco a poco, han logrado un reconocimiento de sus derechos, la salvaguarda de su cultura, el fortalecimiento de su lengua y la posibilidad de construirse un futuro sostenible”.
Asimismo, la autonomía ha sido una parte fundamental de la existencia de los pueblos indígenas durante muchos siglos.
“Incluso existía antes de los procesos de colonización en América para lograr construir un tejido social y un sistema colectivo que perdura hasta nuestros días, y que han permitido el desarrollo de nuestra lengua, cultura y darnos la capacidad de afrontar los desafíos y cambios que la globalización ha traído consigo”, explica Oseas.
En el caso de los pueblos indígenas de la Amazonía peruana, la autonomía y el autogobierno implican, según el líder indígena, "tener, dentro del Estado, nuestra propia estructura de gobernanza indígena. Esto nos permite ejercer un gobierno a nivel interno y defender nuestros derechos colectivos”. Aunque, en numerosas ocasiones, el Estado no otorga el reconocimiento debido a los pueblos indígenas en términos de autonomía, “esperamos que nos reconozca como indígenas que poseen autonomía propia en términos organizativos, sociales, culturales y políticos; buscamos que el Estado reconozca este derecho que tenemos como parte integrante de la sociedad peruana", añade.
Además de la autonomía y el autogobierno, el derecho a la libre determinación es otro derecho fundamental de los pueblos indígenas que les permite decidir sus prioridades de vida y bienestar colectivo, sin que otros decidan por ellos. “La libre determinación es uno de los principales derechos que tenemos, pues nos permite tomar nuestras propias decisiones, identificarnos y organizarnos, así como desarrollarnos como pueblos indígenas en una sociedad donde existen diferentes visiones y formas de ver el desarrollo social, cultural, económico. La libre determinación es la piedra angular que ha permitido que los pueblos indígenas hoy en día puedan sobrevivir frente a los constantes cambios que han existido”, manifiesta Oseas.
Participación y consulta previa, retos pendientes
Por otra parte, los Estados tienen que garantizar procesos de participación y consulta no solo para garantizar el derecho a la libre determinación de los pueblos indígenas, sino también para la elaboración de políticas, normas y medidas que garanticen sus derechos a la tierra y el territorio. No obstante, con frecuencia, el Estado peruano, sin consultar a los pueblos indígenas, implementa programas y proyectos de inversión privada en sus territorios, dando lugar a contaminación ambiental y conflictos sociales. Oseas explica que los pueblos indígenas no se oponen a estos proyectos, “pero sin el consentimiento se afectan nuestros derechos y se pueden ocasionar conflictos permanentes. Por tanto, es importante que seamos consultados y se obtenga nuestro consentimiento antes de llevar a cabo este tipo de proyectos”. Además, según él, “el Estado debería llevar a cabo estos procesos de consulta previa para determinar cómo podemos participar activamente, ya que también queremos desempeñar un papel significativo en el desarrollo sostenible de las comunidades en la Amazonía peruana".
Los procesos de consulta previa son importantes, pues permiten tener un acuerdo social entre el Estado y los pueblos indígenas para implementar acciones que sean sostenibles en el tiempo.
Por ello, los Estados deben asegurar dichos procesos a través de diálogos e intercambios en condiciones de equidad y que respeten las formas y espacios de autonomía y organización de los pueblos indígenas.
Sin embargo, existen numerosas limitaciones para llevar a cabo estos procesos. “La principal limitación es el desconocimiento que tienen algunos sectores de los pueblos indígenas. Además, muchas veces no se destinan suficientes recursos técnicos, logísticos y/o económicos para que se pueda asegurar una participación plena y efectiva de los pueblos indígenas, ni se gestiona la participación de ellos desde un principio”, cuenta Oseas.
En el caso de Perú, las diferentes etapas de los procesos de consulta previa no son fáciles, sobre todo en la etapa de diálogo, donde es difícil que el Estado pueda entender cuáles son las prioridades de los pueblos indígenas. Según Oseas, otra de las limitaciones que tienen estos procesos es que “si no se llega a un acuerdo entre los pueblos indígenas y el Estado, muchas veces es el Estado quien toma la decisión, sin tener en cuenta que esta decisión puede afectar a estos pueblos”. Por ello, “la consulta previa debe ser realmente consulta para que los pueblos indígenas a través de nuestras organizaciones indígenas representativas, ya sea a nivel local regional o nacional, podamos participar y hacer nuestros aportes”, concluye.
CONOCE LA CAMPAÑA "ASEGURAR LOS TERRITORIOS INDÍGENAS PARA PROTEGER LA VIDA”
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