El agua, fundamental para la supervivencia humana y el desarrollo sostenible, es un recurso finito e irremplazable, que puede ser considerado renovable sólo si se controla cuidadosamente su uso, tratamiento y circulación. Para satisfacer la creciente demanda de electricidad cada vez se necesita más agua, al mismo tiempo el cambio climático repercute en la disponibilidad regular de la misma.
La escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial, y se prevé que este porcentaje aumente.

Crédito: Plataforma Semiáridos América Latina
En 2020, ocho de cada 10 personas que carecían de acceso a servicios básicos de abastecimiento de agua vivían en zonas rurales. En América Latina y el Caribe la disparidad en la cobertura de agua potable segura es de un 81% en las zonas urbanas frente al 53% en las zonas rurales¹.
La escasez y desigual distribución de este recurso crítico supone un complejo desafío para cumplir los objetivos de desarrollo sostenible, incluidos los referentes a la salud, la igualdad de género, y el cambio climático. El acceso al agua es clave para el fortalecimiento de la resiliencia de las comunidades, la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental. En este sentido, para concientizar sobre la urgente necesidad de avanzar en medidas para lograr “De aquí al 2030, lograr el acceso universal y equitativo al agua potable para todos” (ODS 6), cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua.
Una plataforma en favor del derecho al agua
La Plataforma Semiáridos América Latina viene trabajando desde 2013 para contribuir a generar cambios en prácticas y políticas que mejoren las condiciones de vida en cinco regiones semiáridas. Su trabajo se nutre de la biodiversidad y riqueza cultural de estas regiones, habitadas por pueblos indígenas y campesinos, cuyas buenas prácticas dan cuenta del enorme potencial con el que cuentan.
Gracias a su capacidad de articulación e incidencia, la plataforma Semiáridos ha logrado importantes avances en favor del acceso a agua segura para consumo y producción en las comunidades. Para promover la gestión participativa para el acceso a los recursos naturales, esta plataforma creó las Mesas de Agua en Argentina, Bolivia y Paraguay, y las acompaña en su desarrollo como espacios de diálogo y cogestión interinstitucional entre gobiernos y sociedad civil.
Mientras que en Bolivia y Paraguay, los gobiernos se comprometieron a asignar presupuesto para la construcción de cisternas, en Argentina, la plataforma diseñó e impulsó la “Ley de Acceso y Gestión al Agua”, logrando su promulgación en 2019 por el Gobierno de la provincia de Salta.
Esta ley establece que todas las obras de infraestructura pública de zonas rurales secas deben contar con cisternas de captación de agua, pudiendo beneficiar de manera directa a más de 7500 familias campesinas e indígenas. Gracias a ella, se desarrolló un proyecto para la construcción de 2000 cisternas, que viene siendo implementado desde el año 2020.
"Soñar con el agua en Argentina" Reporte fotográfico
Sumado a esto, recientemente se realizó la firma de un convenio marco entre la Plataforma Semiáridos, a través de Fundapaz, y el Ministerio de Infraestructura de Salta.
Este acuerdo establece la ejecución de 41 obras de agua: 25 cisternas, 15 represas y un pozo profundo con equipo de bombeo en cinco comunidades criollas de Santa Victoria Este.
A su vez, estas obras permiten facilitar y afianzar el proceso de relocalización (en el marco del proceso de regularización territorial de los ex lotes fiscales 55 y 14) de comunidades criollas, que podrán acceder al agua para su consumo y producción ganadera.
Consulta previa, libre e informada para obras de agua en el Chaco salteño
Por otro lado, se ha elaborado un protocolo de consulta previa, libre e informada para las comunidades indígenas y criollas del Chaco salteño, para ser utilizado por quienes integran la Mesa de Agua de dicha región a la hora de ejecutar obras de agua. Este proyecto fue trabajado de manera conjunta por Fundapaz, el Instituto de Derecho Ambiental y de la Sustentabilidad, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas, ONU Mujeres, y la Universidad Nacional de Salta. Este protocolo, que será presentado próximamente, recupera lo establecido por la Resolución 64/292 de ONU que “reconoce que el derecho al agua potable y el saneamiento es un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos”.

Crédito: Plataforma Semiáridos América Latina
Apostar a la formación y la articulación
El pasado 9 de marzo se puso en marcha el 1° Programa de Formación en Agricultura Resiliente al Clima, una acción del proyecto DAKI Semiárido Vivo orientada a fortalecer a agricultoras y agricultores, jóvenes, pueblos originarios y comunidades tradicionales en la agricultura resiliente al clima, de las regiones semiáridas de Argentina, Brasil, El Salvador, Paraguay, Nicaragua, Guatemala y Honduras. El proyecto DAKI se inició como una iniciativa de la Plataforma Semiáridos y la Articulación Semiárida Brasileña (ASA), y hoy ya es una iniciativa independiente gracias al apoyo del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).
Por otro lado, ya se está trabajando en la organización del Encuentro Trinacional de Mesas de Agua con la participación de Argentina, Bolivia y Paraguay. Será un encuentro para compartir metodologías, acciones en los territorios, sistemas de monitoreo de gestión y calidad del agua, entre otros temas. La fecha aún está por definirse pero se estima que será en el mes de junio de este año.
Como la tierra, el agua no es solo un recurso natural vital sino que también es parte de nuestro patrimonio común, cuya seguridad y gobernanza deben ser preservadas, ahora y para las generaciones futuras. El acceso al agua para las comunidades rurales e indígenas es esencial para enfrentar el cambio climático y garantizar una vida digna.
¹ Informe del programa conjunto WHO/UNICEF de monitoreo del abastecimiento de agua, el saneamiento y la higiene. Avances en materia de agua potable, saneamiento e higiene en los hogares 2000 - 2020 aquí