Integrantes de la ILC LAC participaron en la 1° Consulta Latinoamericana sobre la implementación de la Declaración de la ONU sobre los derechos de las y los campesinos y trabajadores rurales. El encuentro, liderado por la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, se propuso revisar avances y desafíos frente a la protección y promoción de dichos derechos en nuestra región.
La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y de Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales (conocida por el acrónimo del nombre en inglés, UNDROP) reconoce internacionalmente los derechos de las y los campesinos como sujetos políticos, así como "la especial relación e interacción de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales con la tierra, el agua y la naturaleza a las que están vinculados y de las que dependen para su subsistencia".
Los movimientos campesinos y comunidades rurales lucharon por esta declaración durante más de 15 años, ante la necesidad urgente de poder contar con un instrumento que les otorgara un reconocimiento y protección específica ante las distintas problemáticas que atraviesan. El acceso a la tierra, al agua y a otros recursos están en el centro de sus demandas, en vista del creciente acaparamiento de tierras por sectores agroindustriales y extractivos de recursos mineros, al igual que la presencia, en aumento, de economías ilegales que desplazan y exacerban la violencia en los territorios.
LA UNDROP, UNA HERRAMIENTA PARA PROTEGER LA TIERRA.
Accede aquíINTERCAMBIO PARA AVANZAR EN LA IMPLEMENTACIÓN
Un balance sobre los avances, desafíos y buenas prácticas en la implementación de esta declaración resulta fundamental para seguir avanzando. El diálogo, el análisis y la reflexión tanto de la incorporación y ampliación del marco de protección de derechos del campesinado, como las adecuaciones institucionales, presupuestales y políticas para su implementación y cumplimiento, son centrales para este proceso.
ESTA PRIMERA CONSULTA SE REALIZÓ A CINCO AÑOS DE LA ADOPCIÓN DE LA UNDROP, PARA INTERCAMBIAR EXPERIENCIAS SOBRE SU IMPLEMENTACIÓN, E IDENTIFICAR AVANCES, DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES DE MEJORA.
La delegación de la ILC LAC, integrada por representantes de las Coaliciones Nacionales por la Tierra de Perú, Argentina, Colombia, Guatemala, y de la plataforma de Agricultura Familiar, tuvo una destacada participación en este evento.
DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES
La mayor preocupación, señala Liliana Vargas, facilitadora de la plataforma regional de Agricultura Familiar, es cómo aterrizar esta declaración en políticas efectivas, con presupuestos suficientes asignados y ejecutados y que finalmente evidencie transformaciones reales.
Un reto clave es la trasversalidad, porque para que la implementación funcione se necesita que los distintos ministerios, a nivel nacional y local, trabajen juntos y articulados con las organizaciones de la agricultura campesina, familiar y étnico-comunitaria, señala Juliana Millán, delegada de la Red Nacional de Agricultura Familiar de Colombia e integrante también de la plataforma.
Otro desafío es cómo promover herramientas como la UNDROP ante la complejidad de la nueva ruralidad, atravesada por procesos de des-agrarización y des-campesinización considera Esteban Sanjinés, de Fundación Tierra, y facilitador de la CNT Bolivia.
Al mismo tiempo, los compromisos asumidos por los Estados que han ratificado la Declaración pueden ser una oportunidad de cambio “en tanto las nuevas políticas que se desarrollen en el marco de estos compromisos se construyan de la mano de las organizaciones y teniendo en cuenta la diversidad campesina en todos sus ámbitos” indica Liliana.
Liliana destaca que las acciones gubernamentales deben priorizar la dinamización de economías campesinas que garanticen la soberanía alimentaria de los pueblos desde modelos de producción sostenible, así como promover modelos de asistencia técnica que lleven a la tecnificación -pero no a la explotación indiscriminada del suelo y el agua-, la transformación in-situ de los productos, la apertura de mercados locales campesinos, el acceso a la conectividad y nuevas tecnologías que integren a estos procesos a las juventudes y les brinden oportunidades de vida digna en la ruralidad.