La COP 27 dejó la sensación de que son muy pocos los avances concretos tras dos semanas de intenso trabajo. Los fondos parecen solo promesas, y no hay compromisos reales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero hay significativos progresos en torno a la cuestión de la tierra: a través de una amplia y diversa participación de miembros de la ILC -con organizaciones sociales de base a la cabeza-, se puso de manifiesto más que nunca que los derechos a la tierra son parte ineludible de la agenda global para lograr la justicia climática.
La 27° Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático -COP 27- es la mayor y más importante conferencia relacionada con el clima del planeta. Esta edición se celebró entre el 6 y el 20 de noviembre de 2022 en Sharm El-Sheikh, Egipto, y reunió a gobiernos, empresas, autoridades locales y sociedad civil. En esta ocasión, la ILC LAC tuvo una importante presencia, siendo parte a través de sus miembros de más de 15 eventos, en los que se buscó posicionar la centralidad de los derechos a la tierra en la acción mundial por el clima.
Gracias a un trabajo conjunto, hemos logrado poner de relieve cómo los derechos a la tierra para quienes viven en y de ella son una vía para salir de esta crisis climática.
La seguridad de la tenencia de la tierra desempeña un papel fundamental en la reducción de la desigualdad, aporta a la mitigación, facilita las acciones de adaptación y es necesaria para plantear compensaciones justas frente a los daños y pérdidas. Sin duda, los derechos de tenencia seguros sobre la tierra deben convertirse en un pilar clave de las negociaciones y de la formulación de políticas que nos permitan enfrentar los múltiples impactos que supone el cambio climático.


Conozca los eventos con participación de miembros de la ILC LAC en esta COP27
Avances débiles y retrocesos
“La COP es un espacio importante para visibilizar problemáticas, pero sobre todo, es un espacio de incidencia” observa Melania Canales, integrante de ONAMIAP y del Comité Regional de ILC LAC, y una de las campeonas por los derechos a la tierra y el clima de la ILC en esta edición. En su balance, menciona el acuerdo sobre la creación de un fondo para para el financiamiento por pérdidas y daños -negociado a contrarreloj en los dos últimos días añadidos a la cita- destinado a los países más vulnerables ante el cambio climático, pero no es optimista sobre su impacto real y tangible. El acuerdo alcanzado no define la estructura de este fondo, ni qué países podrían acceder a los recursos.
Un ejemplo sobre las dificultades de materialización de los compromisos, es el acuerdo anunciado en la COP26 de Glasgow sobre financiamiento directo a las comunidades indígenas y locales con USD 1.7 mil millones en cinco años. De acuerdo a Melania, aún hay aspectos importantes a definir en torno a este fondo, como por ejemplo conocer qué porcentaje llega a las organizaciones de mujeres indígenas en los territorios.
Por su parte, Nicolás Avellaneda, representante de Fundación Plurales y de la Coalición Nacional por la Tierra en Argentina, señala que las negociaciones “avanzaron lentamente, principalmente en lo referido al financiamiento climático, donde no se llegó a acuerdos. A excepción de la Junta del Fondo de Adaptación, que sí alcanzó un compromiso para el aumento de las contribuciones financieras, no hay expectativas de aumentos en los fondos para aquellos mecanismos (como los fondos verdes) que ya están en marcha”.
Si bien la presencia de la industria petrolera se viene dando en las últimas ediciones de la Conferencia, en esta COP 27 Melania considera que su influencia creció, y aventura que crecerá aún más en la COP 28, a realizarse en Dubai. Esta situación despierta alertas, pues puede vincularse con la falta de compromisos serios para la reducción del uso de combustibles fósiles y el avance hacia energías renovables. A lo largo de las dos semanas que duró la COP, líderes de más de 80 países (entre los que se encuentran Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Panamá y Perú), insistieron para que en el texto final se incluyeran referencias concretas a la eliminación gradual de los combustibles fósiles. La demanda/propuesta no prosperó, y el acuerdo final solo menciona la transición hacia energías de “bajas emisiones”.
Las voces de los pueblos indígenas, sin intermediarios
Otro campeón por los derechos a la tierra y el clima de la ILC, Oseas Barbarán, presidente de la CONAP, evalúa esta COP como una excelente oportunidad para llevar la voz de los pueblos indígenas (PPII) desde los territorios: “Pudimos de manera directa compartir nuestras problemáticas, especialmente la que refiere a la tenencia segura de la tierra, pues creemos que la tierra y el territorio son fundamentales no sólo para la supervivencia de los pueblos indígenas, sino para todos”. Asimismo, Oseas resalta que se logró además transmitir cómo los pueblos indígenas pueden trabajar en alianza con otros sectores –organizaciones, cooperación internacional, bancos multilaterales– para articular acciones conjuntas en los territorios.

Oseas barbarán de CONAP en directo desde la COP27 en torno al papel de los PPII frente a la crisis climática (vía TW)
Las juventudes demandan y proponen
Kantuta, integrante de la Red de Jóvenes Indígenas y becaria del programa de jóvenes líderes de la ILC fue otra de las campeonas de la ILC. Participó en distintos eventos y espacios, incluyendo uno sobre daños y pérdidas y el encuentro de jóvenes indígenas con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en donde las juventudes presentaron dos propuestas: la creación del Fondo de urgencia para defensores de la tierra y el medioambiente (destinado especialmente a personas defensoras de las comunidades más vulnerables) y la incorporación de la figura de “enviado especial de Pueblos Indígenas” para articular el trabajo de las comunidades locales y PPII con la Secretaría General de ONU. Sumado a esto, se logró una Declaración conjunta de jóvenes indígenas de América Latina y el Caribe, en el marco de un grupo facultativo de trabajo, en la cual se propuso sumar un asiento para la promoción del intercambio inter-generacional de conocimientos ancestrales.

Incidencia en espacios de negociación
“Si bien los espacios de negociación son difíciles de alcanzar para la sociedad civil, los grupos de mujeres, pueblos indígenas, jóvenes y comunidades locales hicimos escuchar nuestras voces y resistencias” señala Nicolás. El principal desafío para nuestra coalición, de cara a la próxima COP, es avanzar en una estrategia común para lograr incidir en algunos espacios de negociación. Sumado a esto, es primordial continuar impulsando y fortaleciendo la participación de mujeres y jóvenes en esta arena global”.

Acceda a los mensajes que la ILC llevó a la COP27