Land Matrix LAC viene evidenciando el estado de las grandes transacciones de tierra (GTT) en Brasil, el gigante latinoamericano que está a la cabeza del acaparamiento de tierras en la región.
En 2021 concretó una alianza con DATALUTA que le permitirá ampliar su trabajo y su contribución en favor del acceso a la tierra para personas campesinas, indígenas y afro descendientes.
Brasil es un país en donde las grandes transacciones de tierra, el acaparamiento y la desigualdad están a la cabeza de la región. Si bien durante varios años Land Matrix logró visibilizar la situación de este país sin tener un aliado interno; en 2021, realizó un convenio con DATALUTA, con el objetivo de realizar una tarea mayor y de gran impacto en el apoyo para el acceso a la tierra de campesinos, indígenas y afro descendientes.
DATALUTA, Banco de datos sobre la lucha por la tierra, es una red de investigadores creada en 1998, que mantiene una base de datos actualizada con información a escala nacional sobre ocupaciones de tierras, asentamientos rurales, movimientos socioterritoriales y la estructura de la tenencia de la tierra. Desde 2015 también trabajan en torno al acaparamiento de la tierra, relevando datos sobre el acaparamiento generado por el agronegocio, la minería y las energías renovables.
Hablamos con Bernardo Mançano Fernandes (*), Profesor en la Universidad Estadual Paulista (UNESP) y coordinador de DATALUTA, para conocer su mirada sobre los impactos de las grandes transacciones de tierra en la región y el trabajo desarrollado junto con Land Matrix LAC.
¿Cuáles son los principales impactos/efectos socioeconómicos y ambientales de las grandes transacciones de tierra (GTT) en América Latina y el Caribe?
Cuando hablamos de los principales impactos, tenemos que preguntarnos también desde qué punto de vista entendemos estos impactos, desde dónde estamos mirando, pues las grandes corporaciones evalúan la situación desde una perspectiva distinta a la nuestra. Su objetivo es un resultado económico que agrade a quienes invierten y desarrollan estos proyectos; pero desde este otro lado debemos hablar de las comunidades impactadas, y de los problemas que trae para la sociedad en general. Esta aclaración puede parecer obvia, pero es importante hacerla porque las corporaciones no tienen la misma comprensión de la situación.
Entre los impactos y efectos de las GTT, hay dos que son centrales. Primero la desterritorialización, que significa que muchas comunidades impactadas pierden sus territorios de diversas maneras. Una, cuando las corporaciones procuran comprar sus territorios para que las comunidades sean desplazadas y ellas puedan realizar la producción de commodities agrícolas, minerales o energéticos. Desterritorialización significa migración de las personas -implica un cambio de lugar-, y muchas veces sus condiciones de vida empeoran, sufriendo empobrecimiento y miseria.
Y en segundo lugar, la contaminación, porque las GTT contaminan el agua y la tierra donde se localizan, entonces las comunidades no pueden seguir viviendo en sus territorios. Este impacto no es sólo local, sino que también puede ampliar su escala. Si nosotros hacemos un seguimiento de todos los impactos de las GTT vemos que la escala de estos es nacional y regional, puesto que estas modifican las condiciones ambientales, y entonces no solo se contaminan zonas rurales sino también las ciudades.
La desterritorialización y la contaminación son dos procesos que aumentan la desigualdad, y esto crea un problema serio. Entonces, pese a que con las GTT vemos que puede aumentar el PBI de un país, no hay que perder de vista que esto también aumenta la desigualdad.

¿Qué tipo de políticas deberían impulsarse desde los estados para lograr la gobernanza responsable de la tenencia y evitar el acaparamiento de tierras en pocas manos?
Teniendo en cuenta lo que mencionaba y considerando que el modelo de grandes adquisiciones de tierra impacta regiones enteras habría que pensar en un modelo de desarrollo sostenible y cambiar los sistemas de producción. Tanto para la minería como para la agricultura, este modelo de desarrollo tendría que implicar inversiones que no conlleven al desplazamiento y a la desterritorialización; y plantear cómo involucrar a las comunidades en este proceso. Si los actores responsables de las GTT no tienen interés en hacer esto, el Estado tiene que garantizar un modelo de desarrollo para que las comunidades puedan seguir viviendo sin perder su calidad de vida.
Para evitar el acaparamiento se tiene que garantizar el reconocimiento del territorio de las comunidades. Lo primero es reconocer los territorios y los modelos de desarrollo de las comunidades que los habitan por siglos, lo cual no significa que son viejos, que son atrasados o que no pueden ser modernos. La modernidad tiene que ser reconceptualizada y ser sinónimo de sostenibilidad. Si la modernidad conlleva a la destrucción de la naturaleza, tenemos que pensar si ese modelo es moderno o si es más bien predatorio. No podemos decir que el modelo de producción actual es moderno, porque es un modelo predatorio que hace siglos viene destruyendo el planeta. Las políticas tienen que ser capaces de definir cómo el Estado puede garantizar el desarrollo sostenible de las comunidades y cómo estas comunidades pueden participar con sus modelos de desarrollo sostenible.
También hay que pensar cómo crear mercados donde se valoricen los alimentos producidos por las comunidades rurales, que son alimentos de calidad, saludables y que no usan agrotóxicos. Hay que encontrar una forma diferente de organizar la producción, porque este modelo que nosotros conocemos hoy donde los alimentos viajan miles de kilómetros, evidentemente implica que estos alimentos para soportar esas distancia, están contaminados. Entonces es necesario pensar una alimentación saludable con soberanía alimentaria, en la que cada región pueda producir sus alimentos de calidad.
Es clave avanzar en políticas de desarrollo sostenibles, locales, a partir de un proceso de transición agroecológica, que puedan evitar el acaparamiento e incluso fortalecer el desarrollo interno, regional, nacional. El modelo de acaparamiento siempre va a destruir y siempre va a contaminar, entonces es necesario que los gobiernos tengan políticas de desarrollo sostenibles para sus pueblos en general.
¿En qué medida la tenencia segura de la tierra por parte de quienes viven en y de la tierra, contrarresta los impactos de las GTT?
Hoy, en todo el mundo, las grandes transacciones de tierra son hegemónicas, son predominantes, y se vinculan a muchos conflictos. Los pueblos indígenas, campesinos, afroamericanos de Latinoamérica, no tienen seguridad sobre sus territorios. Los derechos de estas comunidades sobre sus territorios son vistos por los gobiernos y las corporaciones como obstáculos para la territorialización de las grandes transacciones de tierra, por lo que dichos territorios generalmente no son documentados . Y en los casos en que sí están documentados, las corporaciones compran la tierra por un precio muy bajo, dejando a estas poblaciones -que no cuentan con políticas de desarrollo- desamparadas.
La falta de políticas de desarrollo y de seguridad territorial favorecen así a las grandes transacciones de tierra, permitiéndoles ampliar sus territorios cada vez más . En este contexto, garantizar la tenencia de la tierra es una medida que puede ser muy eficaz para que estas comunidades puedan resistir más. Pero la tenencia de la tierra no es suficiente. Es necesario que también se establezcan políticas de desarrollo territorial para que los pueblos puedan desarrollarse en sus territorios.
Se debe tener en cuenta que detrás de las GTT hay mucho dinero (financiamiento de los gobiernos, de los fondos de pensiones, de los fondos soberanos y de los bancos) y quienes las impulsan cuentan con el apoyo de los gobiernos, los cuales les garantizan la seguridad de la tenencia de la tierra. Entonces, es muy desigual este escenario, donde las grandes transacciones de tierra tienen financiamiento y apoyo, y aquellos pueblos que se ven impactados por ellas no tienen ninguna de estas condiciones. Es necesario cambiar este juego. Las grandes transacciones de tierra son más poderosas, son más dominantes, entonces para transformar esta situación, hay que avanzar con medidas de políticas de control territorial, con un ordenamiento territorial que legisle en favor de quienes viven en y de la tierra, limitando así el accionar de las GTT.
¿Cómo viene afectando la pandemia a las GTT?
En aquellos territorios donde predominan las GTT los gobiernos no hacen ningún esfuerzo para implementar políticas en favor de las comunidades que allí viven, porque cuanto más vulnerables, más frágiles estas poblaciones son, y más rápido estas poblaciones van a ser desplazadas. En ese sentido, la pandemia creó un problema muy fuerte, porque estas poblaciones rurales o que viven en los bosques, fueron las últimas en ser vacunadas y muchas personas murieron. Entonces podríamos decir que la pandemia contribuyó mucho en la desterritorialización de las comunidades y la territorialización de las grandes transacciones de tierra.
Grandes Transacciones de Tierras del noreste Brasileño
Red Nacional de Grupos de Investigación en Geografía Agraria –Banco de Datos de la Lucha por la Tierra (Red DATALUTA) y Land Matrix LAC
En la mitigación de las GTT, ¿qué rol deberían cumplir los movimientos sociales, campesinos y rurales; y cuál cree que es la importancia de una herramienta como Land Matrix?
Para mitigar este proceso yo creo que es necesario un conjunto de instituciones, pues no hay una sola que pueda contra esto dado que es un problema global. Cuantas más se involucren, será mejor. Entonces Land Matrix tiene una participación importante. Cuando Land Matrix hace una investigación global, con estudios de casos en muchos países, echa luz sobre los problemas. Se puede contribuir también dialogando con los gobiernos, con los movimientos y las corporaciones. Un papel muy importante por parte de las distintas instituciones y organizaciones es el diálogo. Los movimientos quieren dialogar, hacen manifestaciones, hacen protestas, digamos que “gritan para dialogar'', sus manifiestos son llamados de diálogo para quedarse en sus territorios. Pero hay instituciones que no están interesadas en estos diálogos, sino que quieren que los movimientos salgan de sus territorios. Entonces es muy importante que el diálogo tenga por objetivo el desarrollo sostenible. El acaparamiento continúa destruyendo. Tenemos que pensar en otro modelo de producción que no sea el de la destrucción. En este proceso de generar modelos alternativos y políticas que los hagan posibles, la herramienta que Land Matrix viene desarrollando, así como otras que llevan adelante otras universidades e institutos de investigación, sin dudas contribuye mucho.
¿Cuál es el vínculo de DATALUTA con Land Matrix actualmente y qué potencial observas en este trabajo conjunto?
Como red, habíamos tenido contactos previos con Land Matrix y finalmente este año hemos podido consolidar un acuerdo de cooperación y trabajo conjunto. Gracias a este convenio estamos publicando estos datos en el informe Grandes Transacciones de Tierras del noreste Brasileño en donde se recoge el trabajo de la RED Dataluta.
DATALUTA es una red de investigación de la geografía agraria, en la que confluyen 21 grupos de investigación de todas las regiones de Brasil. Somos más de 80 personas investigadoras/as, profesores/as y estudiantes, que trabajamos juntos desde hace más de quince años. Hacer parte de Land Matrix es un potencial para nosotros porque ahora también tenemos la oportunidad de ofrecer los datos que recabamos, pero también de recibir de Land Matrix sus datos de otros países y así podemos tener una visión global de estos problemas. Junto con Land Matrix ahora trabajando las diferencias políticas en las regiones más pobres de Brasil, para 2022 vamos a crear nuevas realidades en la dirección de intentar mitigar los problemas de acaparamiento.
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* Bernardo Mançano Fernandes realizó estudios de doctorado en Geografía en la Universidad de São Paulo (1999) y posdoctorado en el Instituto para el Estudio de América Latina y el Caribe - Universidad del Sur de Florida (2008). Es Profesor Asociado en la Universidad Estadual Paulista (UNESP), campus Presidente Prudente. Profesor del Programa de Posgrado en Desarrollo Territorial en América Latina y el Caribe - Territorio - del Instituto de Políticas Públicas y Relaciones Internacionales - IPPRI / UNESP. Coordinador de la Cátedra UNESCO de Educación Rural y Desarrollo Territorial. Investigador del Centro de Estudios, Investigación y Proyectos de Reforma Agraria (Nera) y RED DATALUTA. Miembro del Consejo Pedagógico Nacional del Programa Nacional de Educación en Reforma Agraria (Pronera) del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra). Investiga teorías de territorios, paradigmas de la cuestión agraria y el capitalismo agrario, reforma agraria, desarrollo territorial, Movimiento de Trabajadores Rurales sin Tierra (MST) y Vía Campesina.
LAND MATRIX EN AMÉRICA LATINA