Las claves del mandato de Michel Forst para personas defensoras
Michel Forst es el Relator Especial de Naciones Unidas para los Defensores Ambientales en virtud del Convenio de Aarhus, un mandato de reciente creación que busca ser una herramienta eficaz para responder a las amenazas que enfrentan quienes luchan por la tierra y el medio ambiente.
Hablamos con él en una pausa durante el encuentro que sostuvo con una delegación de defensoras organizado por la Plataforma de Defensoras y Defensores de la Tierra y el Territorio y la ILC LAC. Forst nos contó cómo funciona su mandato, los desafíos que enfrenta y la importancia de la acción colectiva para fortalecer la protección de las personas defensoras en la región.
¿En qué consiste su mandato y cómo trabaja para atender las denuncias y proteger a las personas defensoras del medio ambiente?
Este mandato, creado hace solo dos años, es un mecanismo nuevo, que podría considerarse un “hermano” del Acuerdo de Escazú. Con su creación, los Estados buscan proporcionar un mecanismo de respuesta rápida a las personas defensoras del medio ambiente, activistas climáticos/as y a quienes enfrentan amenazas por parte de autoridades o empresas.
Mi labor consiste en recibir las denuncias. Para esto, creamos un formulario online sencillo que las personas afectadas deben completar y enviar. Luego, mi equipo se pone en contacto inmediatamente con la persona, para obtener más detalles sobre la demanda y corroborar la información. Y luego decidimos, junto con quien denuncia, qué curso tomará mi acción. En muchos casos, como primer paso enviamos lo que llamamos «una carta de alegación» a los Estados o a la empresa, en la que no acusamos, sino que simplemente informamos sobre las demandas recibidas, solicitando que comenten sobre la situación, investiguen las amenazas y se vuelvan a poner en contacto conmigo. Tienen 60 días para responder. Pasado ese plazo, mi carta y la respuesta se hacen públicas.
Y siempre buscamos hacer un seguimiento, queremos ser eficaces. Así que cuando el Estado no coopera, y dado que el Convenio de Aarhus es un instrumento jurídicamente vinculante, puedo remitir las demandas y la falta de respuesta del Estado al Comité de Cumplimiento del Convenio, que cuenta con un mecanismo por el que podrían imponerle sanciones.
¿Cómo pueden las personas defensoras del medio ambiente acudir a usted para buscar apoyo en caso de padecer amenazas o ataques?
Aunque esta convención está dirigida principalmente a los países de Europa y Asia Central, su alcance extraterritorial me permite intervenir también en América Latina y África. Esto significa que las personas defensoras, sus comunidades, o los pueblos indígenas que están siendo amenazados por empresas cuya sede está en países que han ratificado el Convenio de Aarhus, pueden ser protegidos por mí. Hasta ahora hemos trabajado con casos en países como Guatemala y Colombia.
Queremos asegurarnos que las empresas con sede en los países de Aarhus comprendan la necesidad de respetar y cumplir todas las obligaciones relacionadas con dicha Convención.

Forst tras su reunión con un grupo de defensoras de distintos países de América Latina organizada por la Plataforma de Defensoras y Defensores de la Tierra y el Territorio.
Usted ha subrayado en otras ocasiones la importancia de la organización colectiva para las personas defensoras. ¿De qué manera les beneficia agruparse en colectivos?
Eso es lo que he aprendido de mis reuniones con las defensoras. De hecho, mi inclinación natural es decir «no desarrollen nada antes de empezar a discutir primero con aquellos que se benefician de los mecanismos y discutir con las mujeres defensoras». En mis consultas ellas dicen “la solidaridad es siempre un factor de protección”. Por eso tenemos que enfocarnos no sólo en las protecciones individuales, como personal de seguridad o chalecos antibalas, sino también en asegurarnos de que la familia, la comunidad o el pueblo en su conjunto tengan protección colectiva.
Trato de abordar esto en mis conversaciones con los Estados, que muchas veces piensan que una solución es reubicar a la persona defensora. Pero no es el camino: tenemos que proteger el grupo, la comunidad.
¿Qué valor considera que tiene la Plataforma de Defensoras y Defensores de la Tierra y el Territorio y cómo se puede articular usted como Relator a esta plataforma?
No puedo cumplir mi mandato sin el apoyo de organizaciones y plataformas, ya que para mí, la mejor manera es comprometerse con un grupo de personas defensoras, con lideresas y líderes comunitarios, y recibir de ellos las indicaciones sobre cómo quieren beneficiarse de mi mandato.
Yo intento explorar los límites del mandato. A veces, los Estados cuestionan mi intención de expandir su alcance, diciendo «no superes los límites». Pero con el respaldo de esas comunidades y personas defensoras, puedo decir «Esto es lo que he oído. Es una necesidad». Por esto se ha creado mi mandato, que es un mecanismo de respuesta rápida. Busco hacer de él una co- creación con las personas defensoras, para asegurarme que el mandato es realmente adecuado para la defensa y protección de las personas y comunidades defensoras.
Como bien destacó Forst, el éxito de su mandato depende del trabajo conjunto con las personas defensoras, sus organizaciones y comunidades.
Solo sumando esfuerzos es posible avanzar hacia un modelo de protección integral, que no solo ampare a las personas, sino también a los colectivos que sostienen la lucha por un mundo más justo y sostenible.


Las voces de las defensoras
En paralelo a la COP16, realizada en Cali, Colombia, la Plataforma de Defensoras y Defensores de la Tierra y el Territorio promovió una reunión entre Michel Forst y 8 defensoras de distintos países de la región¹, donde cada una pudo compartir con él los casos de amenazas, violencia e intimidación perpetrados por empresas en sus territorios.
Tras escucharlas, Michel Forst explicó a las defensoras el alcance de su mandato y cómo es el paso a paso ante cada demanda que recibe su equipo. Además, las animó a compartir este mecanismo con sus comunidades, organizaciones y redes para darle visibilidad y que más personas defensoras puedan beneficiarse del mismo.
1. En la reunión participaron las defensoras ambientales Elsa Santiago y Carolina De Moura de Brasil, Mercedes Yovera Espinoza de Perú, Maricielo Quispe de Guatemala, Berta Cáceres de Honduras, Débora Sajama y Verónica Luna de Argentina (esta última en representación de las mujeres del colectivo VUDAS) y Sandra Saenz Sotomonte de Colombia.