Debido a la crisis climática, ambiental y alimentaria que golpea y se profundiza en las regiones más secas de América Latina, nace el proyecto DAKI Semiárido Vivo, una iniciativa sin precedentes, que se presentó el 18 de agosto vía webinar, impulsada por la Plataforma Semiáridos América Latina y la Articulación Semiárida Brasileña (ASA,) asociadas con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).
El proyecto DAKI-Semiárido Vivo (“Iniciativa de conocimiento sobre la adaptación de las tierras secas”, según su traducción del inglés) es una iniciativa única e innovadora que permitirá a las poblaciones de las regiones semiáridas de América Latina trabajar juntas para hacer frente a la crisis climática, desarrollar medios de vida resistentes y sostenibles y, sobre todo, vivir en condiciones dignas
En América Latina existen tres zonas secas más vulnerables a los efectos del cambio climático, que además se encuentran entre las más pobres de cada país. Estas son el Gran Chaco Americano (en Argentina, Paraguay y Bolívia), el Semiárido Nororiental brasileño y el Corredor Seco Centroamericano.
La población rural que habita en dichas regiones, dedicada a la agricultura familiar, enfrenta muchas limitaciones para vivir en condiciones mínimamente humanas y para satisfacer necesidades básicas, como la alimentación y el acceso al agua, así como una deficiente producción y comercialización de sus productos agroalimentarios, entre otros.
Dado que a futuro estas dificultades pueden ir aumentando, a través del proyecto DAKI -producto de una alianza entre diferentes instituciones- se trabajará con productores agrícolas, organizaciones de la sociedad civil y gobiernos para enfrentar este desafío y lograr que las poblaciones puedan vivir en mejores condiciones en estas regiones.
“Los semiáridos latinoamericanos además de sus características climáticas, tienen similitudes muy profundas, tienen una diversidad cultural y biológica que dan a la región un enorme potencial de desarrollo y de mejorar la calidad de vida de familias y comunidades”, explicó Gabriel Seghezzo, Director Ejecutivo de Fundapaz y punto focal de Semiáridos AL. Además, agrega que las organizaciones indígenas y campesinas de estas regiones semiáridas “comparten desde hace décadas luchas similares y pueden debatir y pensar juntas propuestas para el futuro”.
“Semiáridos es un concepto político, climático, social, económico y cultural, no solamente una definición climatológica”.
Gabriel Seghezzo
Se espera que el rico intercambio entre las comunidades rurales, campesinas e indígenas de estas tres grandes regiones, ya conectadas por sus luchas similares, aporte soluciones ante la crisis climática, ambiental y alimentaria que les afectan. En relación a esto, el proyecto busca la gestión del conocimiento para escalar a nivel continental las buenas prácticas locales de dichas poblaciones.
Hacia una agricultura resiliente
Para lograr esto, el proyecto DAKI identificará y sistematizará experiencias exitosas de Agricultura Resiliente al Clima (CRA) y capacitará a técnicos y agricultores para monitorear y guiar la transición de un sistema agrícola convencional a un sistema resiliente al clima. “Las prácticas agrícolas resilientes son muy importantes y por eso este proyecto las documentará, además de capacitar a técnicos y productores rurales, que pueden ser multiplicadores de estas nuevas técnicas”, afirma Claus Reiner, director de FIDA en Brasil.
Así, se prevé que el proyecto cumple un importante papel en el desarrollo de capacidades locales para la promoción de la agroecología de las regiones semiáridas y para el fortalecimiento de la agricultura familiar y campesina.
De otro lado, DAKI no solo busca dar visibilidad a las experiencias, sino también proponer políticas públicas, ya que se presenta como una oportunidad para el diálogo entre comunidades y autoridades públicas. “Este tipo de proyectos son sostenibles en el tiempo cuando tienen una mirada de innovación en el campo y escalamiento en políticas públicas. Deben ser parte de los compromisos de los gobiernos”, dijo Zulema Burneo, coordinadora de la UCR de la ILC ALC.
Diversidad como principal fortaleza
“Daki es un proyecto muy diverso por su alcance geográfico, por multiplicidad de actores involucrados, las excelentes alianza interinstitucionales y las articulaciones en cada país y entre países, así como por las distintas identidades y pueblos. Esto es posible porque ya existía una labor de acercamiento de trabajo entre estos distintos actores a favor de los semiáridos que esperemos que este proyecto pueda fortalecer y amplificar”, explica Zulema Burneo.
El proyecto fue articulado por la Articulación Semiárida Brasileña (ASA) y la Plataforma Semiáridos de América Latina, organizaciones con un largo recorrido de trabajo en estas regiones y que han sabido tejer con los pobladores relaciones de respeto y confianza esenciales.
DAKI - Semiárido Vivo es un proyecto financiado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), un organismo de financiación vinculado al sistema de las Naciones Unidas y centrado en las poblaciones rurales.
Cobertura en medios internacionales del lanzamiento del proyecto DAKI