Conscientes de que los derechos a la tierra y el territorio son centrales para mejorar la vida de las y los jóvenes en la región, los miembros de la International Land Coalition ALC vienen trabajando en este tema desde el 2013. Como resultado de un esfuerzo colectivo, se ha contribuido a la generación de conocimientos sobre la situación de la juventud rural y las dificultades que tiene este grupo para acceder a la tierra, así como para fortalecer sus capacidades para incidir en espacios de diálogo político.
La priorización de este tema por parte de los miembros de la red ILC en ALC se hizo evidente en una consulta realizada este año que reveló que cerca de la mitad de estos (24 de 50) trabaja en esta temática en 11 países con distintos abordajes, pero con el objetivo común de mejorar la vida de la juventud en las zonas rurales procurándole mayores oportunidades.
Los tres temas más recurrentes abordados por los miembros son: i) renovación de liderazgos dentro de las organizaciones de base y en la vida pública; ii) la inclusión económica y los emprendimientos productivos agroecológicos; y iii) defensa de la tierra y derechos a esta para la juventud. También se cuenta con experiencias de trabajo vinculadas a cambio climático y cuidado del medioambiente; revalorización de la cultura y el talento juvenil; acceso y capacidades para el uso de tecnologías de información y comunicación; y soberanía alimentaria y agricultura familiar.
Considerando las ricas experiencias acumuladas, se ha conformado el Grupo de trabajo Juventud Rural y Derecho a la Tierra y al Territorio para construir una estrategia regional que integre las prioridades y enfoques de distintos actores que trabajan el tema en la región para un trabajo articulado.
El grupo está integrado por organismos de NN.UU como FAO, FIDA y CEPAL, además de los 24 miembros nacionales (OSC) de la ILC ALC.
La estrategia contribuirá a dos aspectos centrales vinculados a los temas que se vienen abordando. El primero es generar el bienestar de los jóvenes rurales a partir del acceso a recursos y oportunidades diversas para su desarrollo -como es el acceso a la tierra y otros recursos naturales. Ello, teniendo en cuenta que el fomento del arraigo en el medio rural entre jóvenes pasa por hacer de este un lugar atractivo para vivir.
El segundo se refiere al reconocimiento de las y los jóvenes como sujetos políticos para la transformación, lo que debe expresarse en su inclusión en espacios de diálogo e incidencia,y en las estructuras de gobierno de sus organizaciones. Una democratización de los espacios de toma de decisiones, ya sea a nivel de las instituciones públicas como en las organizaciones sociales, es fundamental para avanzar hacia un medio rural inclusivo en el que los jóvenes puedan lideran los procesos de cambio.
La nueva estrategia abordará dos aspectos críticos: acceso a oportunidades y a recursos -como la tierra y otros RR.NN.- para jóvenes, y su reconocimiento como sujetos políticos para la transformación -que implica su inclusión en espacios de diálogo y en las estructuras de toma de decisión de sus propias organizaciones.
Para fines de 2020 se contará con la nueva estrategia regional elaborada tras un amplio proceso participativo. Se espera que su implementación sea liderada por los propios jóvenes y que sea una efectiva herramienta para hacer oír su voz.