Uno de los grandes problemas que enfrentamos en América Latina y el Caribe es la desigualdad en la distribución de la tierra, lo cual se relaciona a otros tipos de desigualdades, así como a vulneraciones de derechos de las poblaciones que viven en y de la tierra. Si bien las disputas por la tierra tienen un arraigo histórico, y en muchos de nuestros países la tierra aún sigue siendo fuente de poder político y económico, en la actualidad, las comunidades se ven enfrentadas a grandes empresas que buscan extraer y explotar los recursos naturales que se encuentran en sus territorios. Como resultado, se genera una lucha desigual entre quienes concentran el poder y los beneficios de dichas actividades versus aquellos que, al ver vulnerados sus derechos, territorios y hogares conforman iniciativas de defensa con los recursos que disponen. Las juventudes rurales en la región no están al margen de este escenario, y afrontan enormes dificultades para hacer valer sus derechos sobre la tierra. Ante esto, es necesario trabajar en el recambio generacional que garantice un desarrollo más sostenible de cara al futuro, promoviendo que las juventudes ocupen espacios de toma de decisión y fortalezcan sus capacidades.
Una experiencia educativa intercultural e interdisciplinaria para la construcción de una agenda propia
Es en este contexto que la International Land Coalition LAC, la Corporación Desarrollo Solidario (CDS) y los Jóvenes Profesionales para el Desarrollo Agrícola (YPARD por sus siglas en inglés), están llevando a cabo la Escuela de Juventudes, Tierra y Territorio para contribuir en la formación y fortalecimiento de las capacidades de aquellos jóvenes líderes que trabajan en torno a la tierra y el territorio, el acceso a bienes naturales, la gobernanza de la tierra y el liderazgo para la transformación de sus territorios.
Esta iniciativa, que inició en noviembre de 2021 y de la cual participan más de 30 jóvenes, consta de doce sesiones educativas, de manera virtual, en las cuales se trabaja en el fortalecimiento de los conocimientos en temas relacionados a la gobernanza de la tierra, herramientas comunicacionales para la incidencia y el liderazgo. Un aspecto central del trabajo la construcción colectiva de una agenda política que contenga las prioridades de las y los jóvenes de Latinoamérica con respecto a sus tierras y territorios.
Entre los temas a abordar se encuentran la comunicación, movilización e incidencia política en los procesos populares, el estado actual, experiencias y desafíos en el acceso a la tierra para las juventudes y las mujeres, los vínculos entre juventudes y feminismos, y las tendencias políticas y económicas en la región.
Para el tratamiento de cada eje, la Escuela cuenta con la colaboración de organizaciones como Corporación PROCASUR (miembro de ILC), el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (RIMISP), el Movimiento de las Mujeres Trabajadoras Rurales de Pernambuco (MMTR-PE) e investigadoras/es de la Universidad de Chile, Universidad de Kassel (Alemania), la Universidad Nacional de la Plata (Argentina), la Universidad Nacional de Colombia y del Instituto de Estudios Políticos de París.
Previo al inicio del cursado, se realizó una convocatoria abierta a jóvenes que quisieran realizar una experiencia de voluntariado dentro de la Escuela, no sólo para poner en práctica sus capacidades y conocimientos previos y potenciarlos, sino también para enriquecer su mirada gracias al contacto con especialistas en la temática del derecho a la tierra y con jóvenes de toda la región. Como resultado de dicha convocatoria, la Escuela cuenta con siete voluntarias, que de acuerdo a sus trayectorias e intereses, apoyan a los tres equipos que implementan la Escuela: el equipo de Desarrollo y Liderazgo, el de Comunicaciones y el de Gestión Operativa. Algunas de las tareas en las cuales brindan su apoyo son la sistematización de las sesiones, el seguimiento a las y los participantes, y la elaboración de los materiales comunicacionales en el marco de la construcción de la agenda.
Jóvenes líderes
Al cierre de esta nota, la Escuela de Juventudes, Tierra y Territorio está entrando en su octava sesión, y en este tiempo hemos podido observar un impacto positivo entre sus participantes:
"Es un espacio donde se pueden escuchar otras vivencias y realidades y me aporta conocimientos técnicos e información que deseo compartir con otros jóvenes de mi comunidad. Participar en esta escuela me da más fuerzas para defender mi tierra" explica Glendy Carrillo, pedagoga y activista ambiental de la comunidad Xinka en Guatemala.
Por otra parte, Chinki Edy Nawech Jimpikit, originario de la nación Shuar, comunicador y reportero sobre la defensa del territorio y del medio ambiente del territorio amazónico, comenta que está aprendiendo sobre la luchas en defensa del territorio de jóvenes de diferentes países, lo que le ha permitido contar nuevas ideas y pensar en nuevas estrategias.
Camino al Foro Global de la Tierra de Jóvenes
Marlon Humberto Howking, de Nitlapan (Nicaragua), Marelcy Olivera Guzmán, OPDS Montes de María (Colombia), Juan David Caro, YPARD (Perú), Yolanda Maribel Iza, Luna Creciente (Ecuador) y Diego Emmanuel Flores, Procasur - Red Trinacional de Jóvenes (El Salvador) son los jóvenes participantes de la Escuela que fueron seleccionados para ser parte del Global Land Forum Youth 2022 (GLFY - Foro Global de la Tierra de Jóvenes). ¿Su objetivo? Representar al grupo de jóvenes que hacen parte de esta experiencia educativa, llevando a esta instancia global la agenda política regional que construirán colectivamente a lo largo del desarrollo de la Escuela. Este evento, a realizarse en Jordania este año, reunirá a 100 jóvenes de diversos países para propiciar el intercambio, aprendizaje y debate sobre la situación de las juventudes rurales.
La Escuela Juventud, Tierra y Territorio es un espacio que busca acompañar y fortalecer -a través de la escucha y la participación horizontal y colaborativa- un proceso que ya existe y que se viene dando desde las juventudes de Latinoamérica y el Caribe en pos de la defensa de la tierra y el territorio, aspectos vitales y de gran arraigo histórico para miles de comunidades de la región.
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