Recientemente, en el estado mexicano de Oaxaca se prohibió el uso de glifosato, considerado perjudicial para la salud y el medio ambiente. Sin embargo, en las comunidades indígenas de la región, la falta de información sobre los daños de los agroquímicos persiste. La organización Mujeres Indígenas por CIARENA A.C. realizó talleres en la comunidad chinanteca de San Jacobo para concientizar sobre los impactos que estas sustancias tienen en la tierra y la salud, y promover el uso de abonos orgánicos.
Estas acciones, realizadas a nivel comunitario, hacen parte de la campaña regional "Asegurar los Territorios Indígenas para Proteger la Vida", que impulsa el Grupo de Trabajo sobre Pueblos Indígenas de la Coalición para el Acceso a la Tierra en América Latina y el Caribe (ILC LAC).
La prohibición del uso de agroquímicos en Oaxaca – decretada por el Congreso Local en 2021 - es una medida importante para proteger la salud de las personas y el medio ambiente, pero su implementación requiere de acciones de sensibilización y capacitación.
En las comunidades indígenas de la región, la información sobre los daños causados a la tierra y a la salud por el uso de agroquímicos es nula: no conocen cómo actúan, cómo deben aplicarse, y los cuidados que deben tener en su almacenamiento.
Si bien es sabido por la población local que algunos cultivos requieren de un análisis de suelo (como es el caso del limón persa, cuya producción ha aumentado de manera notable), las y los productores locales se basan únicamente en las indicaciones de las empresas de agroquímicos, que no consideran las condiciones del suelo y la tierra, e ignoran los conocimientos y las necesidades reales de las personas de las comunidades en torno a un desarrollo sostenible.
Apostando a que los cambios deben promoverse desde el nivel local y territorial, la organización Mujeres Indígenas por CIARENA A. C. -miembro de la ILC LAC- impulsó un proceso de información y sensibilización para brindar herramientas a mujeres, jóvenes y población en general de la comunidad chinanteca de San Jacobo, sobre el impacto sobre la tierra y la salud que genera el uso de agroquímicos. Una iniciativa hasta ese momento inédita en la comunidad, siendo la primera vez que se abría allí un espacio de capacitación sobre agroquímicos.
CIARENA A. C. organizó espacios de taller e invitó a la comunidad general y, de manera especial, a las autoridades tradicionales. Se acordó trabajar con lenguaje accesible, evitando tecnicismos innecesarios, e incorporar las experiencias de las personas de la comunidad.
Así, se desarrollaron tres ejes centrales:
- Tierra y territorio: importancia de la protección de la tierra y territorio, preservación de la biodiversidad, y legislación en la República Mexicana y el Estado de Oaxaca sobre derechos de Pueblos Indígena y ley marco del Cambio Climático.
- Daños que causan los agroquímicos: qué son los agroquímicos, daños que causan a la tierra y a la salud de seres humanos, monocultivos y consecuencias sobre la seguridad y soberanía alimentaria.
- Formas alternativas de producción sin agroquímicos: transición agroecológica, elaboración de abonos sólidos y líquidos, caldos minerales y policultivos.
INCIDENCIA LOCAL: AUTORIDADES Y MUJERES INDÍGENAS CAMPESINAS TRABAJANDO CODO A CODO
En el inicio de la primera jornada, Santiago Mendoza Castillo, integrante del Consejo de Vigilancia del Cabildo y Autoridad tradicional de la comunidad de San Jacobo, repasó algunos de los cambios que observan en sus cultivos con la utilización de agroquímicos: “Aquí ocupamos muchos líquidos (sic) para el campo y estamos viendo que hay compañeros que se están enfermando. Después de un tiempo, les duele mucho la cabeza, les da tos o luego les parecen manchas o se les seca mucho la piel. Por otro lado, nos hemos dado cuenta de que ya no están creciendo las plantitas que antes crecían alrededor de nuestra siembra. También el río se hace más pequeño y ya no hay la misma cantidad de peces. Pensamos que todo eso tiene que ver con los líquidos que se utilizan. Por eso es tan importante contar con información”.
LA PROPIEDAD DE LA TIERRA EN SAN JACOBO ES COMUNAL, POR LO CUAL LAS DECISIONES DEL CUIDADO DE LA TIERRA Y EL TERRITORIO DEBEN CONSENSUARSE EN ASAMBLEA COMUNITARIA, EL ÓRGANO DE GOBIERNO DE LA COMUNIDAD.
Es por esto que la participación de las autoridades de dicha asamblea en los talleres es por demás valiosa. Tanto CIARENA A.C. como las mujeres que asistieron a los talleres lo destacaron. En tanto que autoridades, pueden informar a la comunidad y promover el cumplimiento del decreto que prohíbe el uso de glifosato y otros agroquímicos.
“Si explican los daños de los agroquímicos en la asamblea, la gente se va a informar y va a cuidar mejor la siembra y el territorio” indicó Maximina Ojeda, mujer indígena chinanteca.
UN COMPROMISO COMÚN POR LA TIERRA
A lo largo del taller, las y los participantes compartieron sus experiencias con el uso de agroquímicos. Se analizó la pérdida de semillas y una tierra que ven cada vez más “lastimada”, y conforme avanzó la actividad, empezaron a surgir también casos de intoxicación y enfermedad.
“Debemos como mujeres indígenas enseñar a nuestros hijos/as que cuiden la tierra, porque si no lo hacemos ¿qué les vamos a dejar para su futuro? se preguntó Maximina, y agregó: “Hay tantas empresas que venden líquidos, pero no nos damos cuenta de que eso es lo que nos están haciendo daño. Es importante reflexionar”.
“Nosotras las mujeres, ¿cómo estamos cuidando a la tierra?: hoy en día la tierra está llena de cosas, cuando los señores preparan la tierra para sembrar, para cultivar, ¿qué hacen?, usan líquidos, solo líquidos, para quitar la maleza y nosotras desconocemos que eso hace daño.” Celia Jaen, mujer indígena chinanteca.
Las mujeres acordaron a empezar a sembrar semillas y plantas nativas, como yuca, tomate, cilantro y epazote, y a utilizar abono orgánico. También comenzarán a reunirse para recuperar semillas que se han ido perdiendo justamente por el uso de agroquímicos (como las de tomatillo, cebollín y ajonjolí) para compartirlas y estar más organizadas.
Por su parte, las autoridades de la comunidad se comprometieron a promoverán la participación en otros espacios de formación y a difundir lo aprendido en el espacio de la asamblea comunitaria, que es el máximo órgano de toma de decisiones.
Tanto las mujeres campesinas como las autoridades que participaron solicitaron multiplicar estos talleres para ampliar los procesos de acceso a la información sobre el daño que causan los agroquímicos. “La erradicación de estas sustancias es un proceso que debe continuar, y debe ir acompañado de sesiones teóricas y prácticas de la recuperación de las formas tradicionales de cultivo” consideran desde CIARENA A.C.
Para complementar la instancia de aprendizaje y promover la información se produjeron piezas de comunicación en idioma chinanteco y español. Spots radiales y videos con testimonios serán reproducidos en escuelas, redes sociales y también en la radio de Zacatepeq para sensibilizar a la población y a los tomadores de decisiones para que cumplan con la legislación que prohíbe el uso de agroquímicos.
SOBRE LA CAMPAÑA
"Asegurar los Territorios Indígenas para Proteger la Vida" reúne cerca de 25 organizaciones indígenas y de la sociedad civil, incluidas 5 Coaliciones Nacionales por la Tierra de América Latina y el Caribe tras un objetivo común: exigir a los Estados que garanticen, protejan y promuevan los derechos a la tierra y el territorio de los pueblos indígenas.